Miércoles 23 de mayo. Hace 2 meses que la presidenta Carmen Forcadell y la consejera Dolors Bassa son injustamente encarceladas en el centro penitenciario de Alcalá-Meco y decenas de personas se concentraron en el Parc de l’Espanya industrial de Sants, en Barcelona, en el acto ‘Cap dona en l’oblit’, organizado por Dones per la República y con la participación de la sectorial ANC Dones. El evento ha contado también con la presencia del vicepresidente de la Assemblea, Pep Cruanyes, y de varios representantes de ERC, el PDeCAT, la CUP o la Comissión de la Dignidad.
El acto ha comenzado con una performance de denuncia al encarcelamiento de Carme Forcadell y Dolors Bassa y al exilio político de Marta Rovira, Anna Gabriel, Meritxell Serret y Clara Ponsatí. Una treintena de las asistentes se han puesto detrás los barrotes de una prisión improvisada, simbolizando así el aislamiento que sufren las dos presas políticas respecto del mundo exterior y, especialmente, de sus familias.
Precisamente, la reivindicación de los derechos de las familias y, en concreto, el de los niños ha sido uno de los puntales del acto. Unos derechos que deben ser de obligado cumplimiento y que son fundamentales para la buena salud mental de los más pequeños, tal y como han explicado las psicoanalistas María Isabel Elduque y Montserrat Garcia-Milà, encargadas de abrir los parlamentos. En ese sentido, se ha exigido el acercamiento de las presas políticas en prisiones catalanas para evitar los cientos de kilómetros que las separan de sus familias.
Seguidamente, han intervenido Mireya Boya, en nombre de la CUP, Dolores Feliu por el PDeCAT y Anna Caula, en representación de ERC. Las tres han enfatizado el papel fundamental de las mujeres represaliadas en la celebración del referéndum y en la defensa de la democracia y la libertad, al tiempo que han denunciado su invisibilización sistemática. “Si hay un acto de amor, este es la memoria”, ha citado Boya, parafraseando a Montserrat Roig. Las intervenciones han evidenciado que la lucha por la República es también la lucha feminista. “Tenemos una razón más para reivindicar nuestra libertad: la fuerza de las mujeres”, recordó Feliu. “Seguiremos insistiendo en la lucha pacífica y determinada”, concluyó Caula.
A continuación, han intervenido Montserrat Bassa, hermana de Dolors Bassa, y Pilar Rebaque, amiga cercana de Carme Forcadell y miembro de la Comissió de la Dignitat. “La sorpresa fue que las olvidaban. Se lo han tenido que ganar, porque son mujeres. “, ha afirmado Bassa. “Pienso que va para largo. No confío en la justicia española y los lazos no las sacarán de las cárceles. Os pido que actuemos “, ha manifestado. Finalmente, ha leído unas palabras escritas por la misma Dolors Bassa desde Alcalá-Meco.
A su vez, Rebaque ha querido resaltar la trayectoria de Carme Forcadell en defensa de los derechos y las libertades civiles y políticas del país. Ha asegurado que “ellas están en prisión, pero no serán silenciadas para que las mujeres seremos su voz” y ha recordado que “no renunciamos a nada, seguiremos luchando por nuestros derechos hasta que tengamos la República”. Ha terminado su intervención leyendo unas palabras enviadas por Carme Forcadell: “nos reencontraremos en libertad, para continuar defendiendo el feminismo, porque es la manera de defender todas las causas de la democracia y la libertad”.
Para finalizar el acto, se ha leído el manifiesto ‘Cap dona en l’oblit’, en el que se ha destacado la necesidad de resistir pacíficamente y sin miedo y se ha pedido romper el silencio tantas veces como haga falta. Finalmente, los barrotes de la prisión simbólica se han abierto a gritos de “libertad, presas políticas!”.