Acto contundente el que se ha llevado a cabo este mediodía en el auditorio del Edifici Vèrtex de la Universidad Politécnica de Cataluña, donde la comunidad universitaria se ha unido para defender los derechos civiles y la democracia.
Decenas de entidades, organizaciones y asociaciones se han adherido al acto, como la Assemblea Nacional Catalana. Pero sobre todo ha tenido mucho peso académico, con representación de muchas universidades catalanas: la Universitat de Barcelona (UB), la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), la Universidad Pompeu Fabra (UPF), la Universidad Ramon Llull (URL), la Universidad de Girona (UdG), la Universidad de Lleida (UdL), la Universidad Rovira i Virgili (URV), la Universidad de Vic (UVic) y la Universidad Oberta de Cataluña (UOC).
El periodista Antoni Bassas ha sido el encargado de conducir el acto, en el que ha asistido Àngels Chacón, Consejera de Empresa y Conocimiento del Gobierno catalán. Chacón ha querido recordar que fue una interpretación muy forzada del artículo 155 quien destituyó un Gobierno legítimo elegido entre todos. “Somos conscientes de que heredamos un libro que no es nuestro, que quien lo debería escribir está en el exilio o en la cárcel, y nosotros, con mucho cuidado, intentaremos llenar algunas páginas, porque tenemos retos como país.”
Paralelamente, ha pedido que el día a día no nos anestesie como sociedad, ni nos haga olvidar que hay gente en la cárcel y en el exilio, y que tampoco nos conformemos nunca con las “pequeñas migas”, como el acercamiento de los presos. “Si suspendemos esta asignatura, no habrá recuperación que valga”, ha sentenciado.
Hay que prepararse para el otoño
La Presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, presente en el acto, se ha mostrado crítica con el papel de las universidades catalanas antes del referéndum, afirmando que “no se estuvo a la altura” en la defensa de un derecho como el de la autodeterminación. Sin embargo, ha elogiado el papel de los estudiantes, que se movilizaron para “dar una lección” con su actitud. Sin embargo, se ha mostrado esperanzada, ya que los últimos meses la universidad se ha ido organizando y coordinando, y actos como este demuestran que se está haciendo camino.
Paluzie ha pedido internacionalizar el conflicto, y aprovechar el manifiesto, presentado hoy, para hacerlo. Por ello, ha emplazado a la comunidad universitaria a prepararse para las movilizaciones que habrá que hacer durante el otoño, cuando comenzarán los juicios de los presos políticos en el Tribunal Supremo. Y ha reiterado la idea de convertir estos juicios en un nuevo “Proceso de Burgos” para conseguir el máximo impacto internacional.
Beta Forn, hija del ex-consejero Joaquim Forn; Laura Turull, hija del ex-consejero Jordi Turull; y Oriol Sànchez, hijo del ex-presidente de la Assemblea, Jordi Sànchez, en representación de la Asociación Catalana por los Derechos Civiles (ACDC), han constatado la vulneración de derechos continuada del Estado español, y han confesado sentirse “extraños” en una realidad que creían muy lejana. “Limitar sobre qué se puede debatir en las aulas o en el Parlamento limita la esencia de la democracia”, han advertido.
La universidad no puede ser neutra
El profesor y filósofo Xavier Antich ha vaticinado que el país no recuperará la libertad hasta que los exiliados y los presos políticos no recuperen la suya, por lo que ha afirmado que las universidades no pueden restar calladas. “No defendemos la libertad de los presos políticos y el retorno de los exiliados como una demanda retórica: son nuestros derechos y nuestras libertades, que están en juego”, y por ello, la universidad no puede quedar al margen, porque restar indiferente es ser “cómplice”. “Debemos actuar como si fuéramos libres”, ha concluido, porque este hecho es lo que anticipa que un día se llegue a serlo.
Josep Ferrer y Alicia Granados, del colectivo Laude, que agrupa ex rectores de las universidades, han hablado de la importancia de la co-responsabilización de la universidad y las instituciones a la hora de defender las libertades y los derechos, y han compartido el sabor agridulce que, por un lado, obliga a tener que celebrar actos como estos pero, por otro lado, afloran un sentimiento de pertenencia y de valores democráticos de alta calidad que está desarrollando la ciudadanía de Cataluña a raíz de todo este proceso.
Finalmente, se ha hecho público un manifiesto, que se puede leer aquí, en el que se constata la degradación de los derechos civiles en Cataluña y la involución democrática actuales, y constata que ante esta situación tan grave, el silencio de la universidad catalana no es una opción. Por ello, apelan a recuperar la seguridad jurídica, el respeto a los derechos fundamentales y la resolución de los conflictos políticos mediante vías políticas.